Algunos de estos hermosos paraísos parecen sacados de un cuento de hadas, otros de un embrujo, pero no deja de sorprender estas maravillosas ruinas que dieron vida a un sin numero de animales silvestres y todo tipo de flora que se pueda apreciar.
1- Kolmanskop, en el desierto de Namibia
Kolmanskop era un poblado colonial y fue construida en 1908 para dar cobijo a los buscadores de diamantes que trabajaban en esta desértica región del Namib, a unos diez kilómetros de la costa. En aquellos momentos, los diamantes se encontraban con facilidad en las cercanías, y era fácil hacer fortuna, de modo que en dos años se construyó una ciudad completa, con casino, escuela, hospital, salón de baile y verdaderas mansiones de estilo centroeuropeo.
2 - Pripyat, Ucrania
A lo largo y ancho del planeta, existen multitudes de pueblos y ciudades-fantasmas, pero probablemente, ninguna tan espectacular como Pripyat. Esta floreciente ciudad, de 50000 habitantes, fue evacuada en menos de tres horas y desde aquel momento, hace ya 22 años. Nadie ha vuelto a pasear por sus calles. Pripyat es una ciudad fantasma al norte de Ucrania en la región de Kiev, en cercanías de la frontera con Bielorrusia, la actual Belarús. Que debe su nombre al río que atraviesa la ciudad.
3 - Kalavantin Durg cerca de Panvel, India
Fue utilizado como una torre de vigilancia para mantener una vigilia en los fuertes adyacentes y la zona circundante. Altura: 2300 metros
4 - Angkor Wat, Camboya
Angkor es uno de los sitios arqueológicos más importantes en el sudeste de Asia. Se extiende por unos 400 km2, incluyendo la zona boscosa, Angkor Archaeological Park contiene los magníficos restos de las distintas capitales del Imperio Khmer, desde el 9 hasta el siglo 15. Estos incluyen el famoso templo de Angkor Wat y, en Angkor Thom, el templo de Bayon con sus decoraciones escultóricas incontables. La UNESCO ha puesto en marcha un amplio programa de salvaguardia de este sitio simbólico y de su entorno.
5 - El Hotel del Salto en Colombia
El lujoso Hotel del Salto abrió sus puertas en 1928 para hospedar a los viajeros ricos que visitaban la zona del Salto del Tequendama. Situado justo enfrente de la cascada y en el borde del acantilado, proporcionaba una vista impresionante a sus huéspedes. Durante décadas siguientes, el río Bogotá fue contaminándose y los turistas fueron perdiendo su interés en el área. El hotel finalmente cerró en los años 90 y fue dejado abandonado desde entonces.
El hecho de que muchas personas en el pasado eligieran ese lugar para cometer actos de suicidio, ha hecho que otros crean que el hotel está encantado.