Dublin: Recorrido por la ciudad de los vikingos

Un recorrido por los mejores lugares de la capital irlandesa

07-08-2015
Un país que enamora a todos los turistas es Irlanda, ya que el color verde es el protagonista en la mayoría de su territorio combinándolo a la perfección con importantes ciudades como Dublín en las que la historia, arte y cultura se mezclan en uno sólo. 
 
La capital se ha convertido es un destino perfecto tanto para los que viajan junto a un grupo de amigos y buscan las mejores opciones de ocio, como para los que buscan unas vacaciones tranquilas conociendo uno de los rincones con más encanto de Europa. 
 
 
Tres zonas imprescindibles
 
Temple Bar.  Para los turistas que viajen junto a un grupo de amigos les recomendamos que no se pierdan el barrio de Temple Bar ya que aquí se concentran los pubs y comercios de hostelería más populares y con el mejor ambiente de la capital irlandesa. Debido a que es una de las zonas más antiguas de la ciudad, sus calles empedradas y sus históricos edificios la convierten en un lugar pintoresco donde sentir la magia de Irlanda.
 
O’Connell Street. Una de las arterias principales de la capital es la calle O’Connell, que desde la orilla del río Liffey, cruza la ciudad recorriendo alguno de los puntos de interés principales como el antiguo Hotel Gresham, el impresionante Edificio de Correos o el monumento The Spire. Es una de las avenidas más neurálgicas y donde los turistas encontrarán todo tipo de establecimientos y cualquier conexión para ir con transporte público a los rincones más alejados de Dublín.
 
Grafton Street. Es imposible viajar a Irlanda y volver sin haber hecho algunas compras; para ello, nada mejor que la calle Grafton. Es una zona peatonal, donde se concentran todo tipo de tiendas, es una de las más animadas y en cualquier época del año encontramos artistas  callejeros amenizando el paseo de los viandantes. Es inevitable recorrerla ya que se encuentra entre dos de los atractivos principales de Dublín: el Trinity College y el Castillo.
 
 
Qué ver en Dublín
 
Castillo. Uno de los edificios más antiguos y emblemáticos de Dublín es su Castillo, el cual se ha utilizado a lo largo de los siglos para diferentes actividades como fortaleza, residencia real, Tribunal de Justicia o para la celebración de actos estatales. Se puede visitar cualquier día de la semana y recorrer sus diferentes salas y habitaciones y terminar el tour en la Torre de la Pólvora.
 
 
Trinity College. A finales del siglo XVI se fundó una de las universidades más antiguas y famosas del mundo, la Trinity College de Dublín. Además  de estar en el corazón de la ciudad, resulta una visita imprescindible para cualquier tipo de turista, especialmente para conocer la joya de la facultad: el Libro de Kells. Entre las 10 y las 15 horas se hacen visitas guiadas por su interior donde explicarán a los viajeros todos los secretos de una de las universidades con más historia del planeta.
 
Cárcel de Kilmainham. Aunque pueda parecer que una prisión no tiene ningún atractivopara los turistas, la Cárcel de Kilmainham de Dublín es hoy en día uno de los puntos de interés más recomendados para conocer. Se fundó a finales del siglo XVIII y por sus celdas han pasado a lo largo de los años miles de irlandeses que lucharon por la independencia del país. Por lo tanto, esta prisión se ha convertido en uno de los lugares más importantes de la historia de Dublín y sirve a los viajeros para conocer más información sobre la evolución de Irlanda en los últimos siglos.
 
Guinness Storehouse. Si hay un producto típico en Irlanda es sin duda la cerveza, siendo a de la marca Guinness una de las más conocidas. Precisamente la visita a la antigua fábrica donde se elaboraba esta bebida se ha convertido en uno de los atractivos para hacer en la capital. Los visitantes podrán saber cuál es el proceso por el que tiene que pasar la cerveza hasta ser consumida, se pueden degustar diferentes tipologías e incluso tener unas espectaculares vistas de la el bar panorámico que hay en el interior del Guinness Storehouse.
 
Destilería Jameson. Pero no sólo la cerveza es la bebida protagonista de la cocinairlandesa, sino que también el whisky es uno de los productos más tradicionales del país. En concreto, se ha hecho muy conocido el de la marca Jameson con sus dos siglos de producción y en la actualidad se puede visitar la antigua destilería en la que se producía. Os guste el whisky o no, es una visita que no decepcionará a ningún turista ya que es muy curioso el recorrido que se hace por la historia de esta bebida tan relacionada con el país.
 
Ayuntamiento. Como si de un templo romano se tratara debido a su aspecto, el Ayuntamiento de Dublín es uno de los edificios con más encanto de la población y cuyo acceso es totalmente gratuito. Si queréis seguir conociendo más de cerca la historia de la capital, podréis  acceder a la exposición permanente ubicada en la planta inferior del Ayuntamiento.
 
 
Museos de Dublín
 
La esencia de Dublín. Cuando los turistas aterrizan en Dublín comienzan a ver miles de duendes verdes en las calles y tiendas de la ciudad; hablamos del simpático personaje mitológico Leprechaun. Los que quieran conocer más de cerca la historia de este símbolo podrán visitar el museo dedicado al Leprechaun. También muy recomendado es conocer Dublinia, un espacio en el que se repasa la historia de Irlanda a través de escenas representadas por figuras a tamaño real.
 
Naturaleza y arqueología. Como si de un gran zoológico se tratara, el Museo de Historia Natural es uno de los espacios preferidos para los visitantes que viajan en familia ya que se pueden ver miles de animales disecados. Muy interesante resulta también el Museo Nacional de Arqueología donde encontrar objetos y herramientas con más 9 mil años de antigüedad.